lunes, 8 de marzo de 2010

... dia Internacional de la mujer....

e marzo es proclamado Jornada de lucha para las mujeres trabajadoras en Copenhague durante el II Congreso Nacional de Mujeres Socialistas en 1910.

Con este día se quiere conmemorar la trágica muerte por calcinación de 129 obreras textiles de Nueva York durante el desarrollo de una huelga. Denunciaban la explotación, las condiciones de trabajo y la inseguridad laboral y solicitaban mejores condiciones de vida y de trabajo, la abolición de la explotación infantil y el derecho al voto.

A lo largo del siglo XX podríamos haber considerado como día de la Mujer Trabajadora otras fechas como el 3 de mayo de 1908, fecha en la que, en Chicago, se llevó a cabo una Jornada pidiéndose el derecho al voto de la mujer y denunciando la esclavitud sexual.

En la actualidad la lucha y su fin han cambiado. Ya no se lucha exclusivamente por un derecho laboral en igualdad con el hombre sino que es una forma de pedir nuevos derechos, conservar los ya conseguidos y rechazar las leyes que discriminan a la mujer. Ha pasado de ser una lucha obrera a ser también una lucha social por las mejoras tanto en el trabajo como en la vida cotidiana (un ejemplo es la lucha contra los malos tratos, la violencia doméstica, etc.). Pero, no podemos caer en el error de convertir este día simplemente en el Día de la Mujer. Hay que exigir y conservar los derechos como mujeres en igualdad con el hombre pero también hay que hacerlo con los que como trabajadores y trabajadoras afectan o pueden afectar a ambos. No nos podemos limitar a defender NUESTROS derechos por encima de los derechos laborales que deben ser justos para todos. Hay que rechazar las discriminaciones de todo tipo (raza, religión, nacionalidad, sexo...) y eso incluye una posible discriminación positiva por el hecho de ser mujeres.

Sigue habiendo desigualdad laboral, prueba de ello es que el Día de la Mujer Trabajadora todavía existe. Debemos aspirar a que desaparezca, a que ya no sea necesario. Eso no querrá decir que haya desaparecido la lucha sino que entonces estaremos todos unidos como trabajadores que luchan por sus derechos.

La mujer trabajadora es ante todo eso, un miembro más de una clase social, al igual que sus compañeros masculinos y sufre las consecuencias del mismo sistema. La lucha debe defender el trabajo de la mujer en un sistema capitalista en el que todos son explotados y, si bien en el caso de la mujer las conquistas por lograr son aún más, la lucha por mejores condiciones laborales debe ser conjunta, sin distinción de género, exigiendo que los beneficios sean idénticos para ambos.

Mientras no quede claro que apoyándonos los unos a los otros, trabajando y luchando juntos es como se consiguen resultados y se avanza en la historia, habrá que mantener (por triste que esto resulte) el Día de la Mujer Trabajadora el 8 de marzo y el Día de los Trabajadores el 1 de mayo...

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